¿Qué es y por qué se produce el Cáncer de Próstata?

Todas las células de nuestro cuerpo se hallan en proceso de continua renovación. Es algo de lo que no somos conscientes. Todos estos fenómenos, que se repiten en todos los tejidos y órganos, se producen porque un determinado número de células, al cabo de un determinado tiempo, muere y debe ser sustituido por él mismo número exacto de células. Esto es fundamental, porque si las cosas en este proceso van mal, puede conducir al cáncer


Es fácil comprender que si las células muertas fueran sustituidas por más de las necesarias, a la larga nos llenaríamos de bultos y nos convertiríamos en "monstruos". Por eso disponemos de una maquinaria que vela constantemente por que a cada célula que se muere en nuestro cuerpo, la sustituya una del mismo tipo, a partir de la reserva de las “células madre”. 
Las instrucciones para que los “operarios” de la inmensa “fábrica” que es nuestro cuerpo no cometan errores en dicho proceso las marcan los genes. Nuestro código genético, que está contenido en el ADN de los cromosomas, no es sino un estricto manual de instrucciones para todas las operaciones que llevan a cabo constantemente las células de nuestro cuerpo. 
Las palabras están escritas en un alfabeto de tan solo 4 letras (A,T,C,G), pero las palabras y frases que componen las órdenes del manual son perfectamente conocidas, no solo por los “obreros” de la célula, sino ya también por nosotros. 

Lo que sucede en ocasiones es que se introducen errores en las palabras del manual (lo que conocemos como “mutaciones”), y los operarios de la célula reciben órdenes que no son las correctas. Por tanto, las células, en lugar de multiplicarse en el número exacto necesario para sustituir a las que mueren en un determinado órgano, lo hacen en un número infinitamente superior, dando lugar a “tumor”. Las células del “tumor”, que de por sí son un poco “anárquicas”, ya que se han multiplicado sin freno, se vuelven “locas” del todo, y se convierten en cancerosas; es decir, adquieren la capacidad no solo de multiplicarse sin límites, sino de invadir y colonizar otros órganos, lo que conocemos como “metástasis”. Esto último es lo que verdaderamente define al cáncer. 
Las mutaciones son precisamente los cambios en las órdenes del “manual de instrucciones”. Por tanto, las mutaciones son la causa de todos los cánceres. En general, pueden ser producidas por todo aquello que dañe el ADN (las letras del “manual” contenido en los cromosomas). Todo lo que puede dañar al ADN se denomina “mutágeno”; es decir, con capacidad de originar mutaciones. Las radiaciones y los productos químicos (conocidos también como “cancerígenos”) son los más frecuentes y estamos permanentemente expuestos a ellos, por lo cual no es raro que se produzcan mutaciones con frecuencia. 

La gran pregunta: ¿Por qué no todo los hombres padecen un cáncer? 
Porque la célula dispone de numerosos mecanismos de defensa del ADN. En primer lugar goza de una serie de procedimientos de reparación del ADN dañado, que “ha perdido letras” o en el cual han cambiado de sentido o de lugar las “palabras” (un “corrector de lenguaje”, podríamos decir). Lo malo es que las órdenes que controlan dichos procedimientos también están contenidas en el “manual”, el propio ADN, y nos hallamos frente a una pescadilla que se muerde la cola, ya que ellas mismas pueden sufrir mutaciones. Sin embargo, la importancia de esas órdenes que impiden fallos en el sistema es tan grande, que la célula dispone de un doble circuito de seguridad. Como todo el mundo sabe, las células poseen un doble juego de cromosomas, uno proveniente del padre, y otro proveniente de la madre; es decir, DOS manuales de instrucciones. Para que los mecanismos de reparación del ADN y de freno de la multiplicación celular funcionen correctamente, basta con que UNO de ambos manuales contenga las órdenes correctas, aunque se hayan introducido errores (“mutaciones”) en el otro. Estas órdenes importantísimas para que las células puedan multiplicarse correctamente y quedarse en su sitio, a pesar de que ocasionalmente puedan introducirse en el manual de instrucciones órdenes perversas, se conocen en el lenguaje de la genética como “genes oncosupresores”, o supresores de tumor. En qué medida las células pueden activar los mecanismos de defensa mencionados frente a las agresiones externas depende del código genético de cada una de ellas; es decir, de la predisposición individual heredada de los progenitores. Por eso unos individuos desarrollan cáncer con más facilidad que otros.


🔊Cuidar la salud masculina y vivir bien es tema de HOMBRES 
Ante dudas, consultas o si quieres compartir tu experiencia, contactate conmigo:
📲 3416 432342
📧 mpros73@yahoo.com

Comentarios