Pisando los 72 años, había estado lidiando con síntomas molestos de la próstata durante años. Debido a una arritmia, estaba tomando anticoagulantes para prevenir coágulos de sangre, lo que complicaba la elección de un tratamiento adecuado para su próstata agrandada.
Después de intentar con varios medicamentos para mejorar los sintomás de próstata sin éxito, decidí considerar el tratamiento quirúrgico para resolver mi problema. Dentro de las opciones que me ofrecieron, todas (cirugía abierta y cirugía bipolar o vaporización) me exponían a un alto riesgo de sangrado por la anticoagulación.
Cuando nos consultó hablamos sobre su angustia por la situación. Una luz de esperanza recorrió su cuerpo cuando le ofrecimos la terapia láser verde.
El láser verde, se considera una opción ventajosa en pacientes anticoagulados debido a su capacidad para reducir el riesgo de sangrado.
Durante el procedimiento el haz de luz de alta energía del láser vaporiza y elimina el tejido prostático sin necesidad de cortes o suturas. Esto reduce significativamente el riesgo de sangrado en comparación con otros procedimientos quirúrgicos más invasivos, como la cirugía abierta de próstata y la vaporización o cirugía bipolar.
En pacientes anticoagulados, donde el riesgo de sangrado es mayor, esta reducción del riesgo de sangrado es una ventaja significativa.
El procedimiento de láser verde se realizó con éxito en IMU, con precauciones adicionales tomadas debido a su arritmia estuvo controlado durante todo el procedimiento por un cardiólogo.
Aunque hubo algunas preocupaciones iniciales sobre el riesgo de sangrado, el procedimiento fue exitoso.
En los días y semanas siguientes al procedimiento, comenzó a experimentar una mejora significativa en sus síntomas urinarios. Ya no tenía que levantarse con tanta frecuencia durante la noche para orinar y su flujo urinario mejoró notablemente. Se sintió aliviado y agradecido de que la terapia con láser verde hubiera sido una solución efectiva para sus problemas de próstata, y arrepentido de no habernos visitado antes.
Con el tiempo, pudo retomar sus actividades diarias con mayor comodidad y disfrutar de una mejor calidad de vida.
Esta historia destaca cómo la terapia con láser verde es la opción más eficaz para el tratamiento de la próstata agrandada, incluso en pacientes anticoagulados, cuando se planifica y ejecuta cuidadosamente con la supervisión y orientación adecuadas.
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